martes, 25 de marzo de 2008

Niñes de Bolivar

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El 24 de julio nace en Caracas, El Libertador Simón Bolívar.




Podemos considerar que los años de infancia de Simón Bolívar no están signados por nada realmente extraordinario.

Esos años transcurrieron entre Caracas y los Valles de Aragua, bajo el calor afectuoso de su grupo familiar. La información que se dispone de esa etapa es escasa y discontinua. No se cuenta, no siquiera, con un retrato del niño Bolívar correspondiente a esos años infantiles.
Muchos autores nos habla de un chico vivaz, dinámico, inquieto, inclinado a dar respuestas sorprendentes que parecieran corresponder a una precoz madurez intelectual.

Nos inclinamos más bien a ver al niño Bolívar como un chico corriente, de temperamento alerta e inteligencia agíl. Nada de un chico extraordinario muy por encima del nivel normal.

Muchos de los cuentos que giran en torno a la infancia de Bolívar fueron inventados para presentarlo como un niño excepcional.
La infancia y mocedad bolivarianas fueron parecidas a las de muchos, pero también diferentes. Fuerzas ciegas preparaban para este joven un teatro increíble.

Doña María de la Concepción Palacios y Blanco, madre del libertador murio en 1792.

A Simón Bolívar no le afectó tanto la muerte de su padre por cuanto apenas tenía 3 años de edad. Contó, entonces, a partir de aquel momento, con el sostén de su madre, quien le supo prodigar solícita compañía y ternura. También contó con la compañía de sus hermanos, en un ambiente doméstico que poco se había alterado y en donde el niño Simón continuaba desenvolviendo se retozona existencia.
Pero al morir su madre, Bolívar experimenta una fuerte derrumbe afectivo.

Adolescencia de Bolívar


A la edad de quince años, él fue enviado a España para continuar con su educación. En Madrid se desarrolló en los círculos aristocráticos y tuvo acceso a los salones de la familia real. Para 1803, Bolívar regresó a Caracas con María Teresa Toro. Bolívar conoció a ella, con quien se casó poco después en 1802. Pero, ella murió de fiebre amarilla un poco después de volver. Su muerte afecto él tan mucho que promesa nunca casarse de nuevo. Regresó a España con Simón Rodríguez en 1804. Mientras en Europa, asistió a la coronación de Napoleón como Rey de Italia en Milán. Bolívar perdió respeto a Napoleón porque él consideró un traidor a las ideas republicanas. Pero, era en Italia que Bolívar dice que no descansar hasta que Hispanoamérica sea libre. En 1808, Napoleón instigó su hermano, José Bonaparte como Rey de España. Este instigó juntas regionales en Hispanoamérica que se formaron para luchar contra el poder del rey, no sólo de la persona de José Bonaparte. Ese año, la junta de Caracas declaró su independencia de España y Bolívar fue enviado a Inglaterra con Andrés Bello y Luis López Méndez. Bolívar regresó a Venezuela y el 3 de junio de 1811, dio su discurso en favor de la independencia americana a la Sociedad Patriótica. El 13 de agosto, fuerzas patriotas bajo el comando de Francisco de Miranda lograron una victoria en Valencia.

jueves, 20 de marzo de 2008

Madurez del Libertador


Consideramos que en esa época comienza la cuarta etapa en la vida de Bolívar. El Poder político y militar de Bolívar se elevó al punto más alto de su carrera entre 1.826 - 1.828, pero al mismo tiempo sus condiciones físicas, psíquicas e intelectuales comenzaron a decaer aceleradamente. Continuó controlando los asuntos políticos y militares del Perú hasta 1.826. También estuvo profundamente comprometido con el proceso de formación de la Nueva República de Bolívar, a la cual (a pedirlo de su Congreso> le redactó su constitución original y le proveyó de su primer Presidente : el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, sugerencia que acogió el Congreso de la Nueva República del Altiplano. Solamente cuando los graves problemas de Colombia lo obligaron a regresar, volvió el Libertador a participar en la política de su patria dividida por las tendencias separatistas. De regreso al poder, investido con poderes extraordinarios, Bolívar trató de resolver la grave crisis política en su patria. Durante los últimos meses de 1.826 y los primeros de 1.827, Bolívar trató de pacificar el país dictando una amnistía general y tomando otras medidas políticas urgentes: reorganizó la administración y convocó a una convención para discutir la reforma de la constitución promulgada en 1.821 en Cucuta. No obstante que la Convención se reunió en Ocaña en 1.828 con el objeto de reformar la constitución y buscarle una salida a la crisis política, nada concreto se logró. Por tanto, Bolívar, considerando la grave situación de caos político, asumió poderes dictatoriales para prevenir la anarquía que el denunciaba tales medidas difíciles de 1.828 marcaron su último período vital. Esos años de la vida de Bolívar fueron de declinación de su poder y de su influencia. No teniendo que enfrentar ninguna gran empresa político - milita, el libertador consumió el último período de su vida luchando por mantener unidas las tres partes de su amada Colombia. sin embargo, todo fue en vano. Varios atentados contra su vida, ataques, difamatorios de la prensa partidista contraria, el aislamiento político y finalmente una grave enfermedad en progreso obligaron a retirarse de la vida pública en 1.830. Después de un corto periodo lleno de dolor y tristeza, murió al agravarse su enfermedad el 1 7 de Diciembre de 1.830, en Santa Marta. Algunos Pensamientos de Bolívar. "Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres, juro por ellos, juro por mi honor, juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español". Juramento de Simón Bolívar ante Don Simón Rodríguez, en al Aventino 1.805. "Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca". "Tengo una conducta recta y dejemos al tiempo hacer prodigios". "Es necesario ser amable para ser amado". "El que abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada y gana cuanto le consagra". "Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción". Rasgos y Personalidad del Libertador. De la descripción física del niño Simón no existe ningún documento que nos permita imaginárnoslo: sólo hay una descripción aportada por Rufino Blanco Fombona y que probablemente la heredó por tradición oral transmitida en virtud del vínculo familiar, y que aparecen en el libro "Mocedades de Bolívar"; en ella dice que era un "chicuelo delgaducho, nervioso, pecoso, pelo castaño oscuro, ojos vivos y narizón", esto nos permite apreciarlo como un niño normal y con formas de comportamiento propias de su edad. Para apreciar los rasgos físicos de Bolívar adulto, presentaremos una serie de fragmentos tomados de la obra "Bolívar y la Independencia de la América Española" de Francisco Encina y en la cual, basándose en las descripciones dejadas por los memorialistas, viajeros y escritores que conocieron a Bolívar, presenta con lujo de detalles de rasgos físicos del Libertador. complementaremos con cuadros de la época en los cuales los pretendían plasmar la presencia física de Simón Bolívar. Más adelante, al internarnos en el dualismo del realista y del fanático en su choque constante, que constituye la espina dorsal dela personalidad histórica de Bolívar, veremos que su tristeza intermitente, arrancaba más que el fondo temperamental de su visión realista hasta el escalofriante de los destinos del pueblo americano, a los cuales creía indisolublemente ligados a su gloria y su figura histórica. El 10 de Septiembre de 1.830, confirmando a Pedro Briceño Méndez su decisión inquebrantable de no reasumir el poder, Bolívar le dice: usted sabe muy bien que el único carácter que hay en Colombia enérgico es el mío, pues es el único título que he tenido para mandar a todos los demás. Otro rasgo cardinal de los grandes denominadores de hombres y de situaciones que Bolívar poseyó en un grado que no ha sido excedido en la historia americana, es la audacia y la confianza en si mismo. Como en todos los genios, su audacia es un ímpetu orgánico, remonta a sus lejanos antepasados los conquistadores, y emerge del fondo de su ser, un mandato de la sangre: tengo mucho miedo mental, y sin embargo, mi audacia se aumenta de continuo, mi marcha al Perú es un salto prodigioso que no me espanta, aunque muchos me amenazaron con el peligro. Su decadencia fue casi vertiginosa. Bolívar se dio cuenta muy temprano de su prematuro agotamiento físico. El 24 de Mayo de 1.821, en vísperas de Carabobo, escribía desde Guanare a Fernando Peñalver: Añada que mi salud está ya descalabrada, que comienzo a sentir la flaqueza de mi vejez prematura. El 21 de Junio de 1.822, cuando aún no cumplía 35 años, decía desde Quinto al Marqués del Toro y a Fernando Toro: Yo no se si el reposo que tanto anhelo me sea tan necesario; pero puedo agregar que mis sentidos me piden descanso y que cierto intervalo puede volverme la actividad que empieza a faltarme. Podemos observar que Simón Bolívar poseía una firmeza de carácter y voluntad que lograba mantener contra cualquier dificultad. Por prolongada o intensa que fuese. Fue un constante autodidacta, su afán por la lectura le hizo conocedor de una amplia gama de temas de los que se hablaba con propiedad y profundidad. Última Proclama del Libertador. Simón Bolívar, Libertador de Colombia. A los pueblos de Colombia. Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba ante la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y mi tranquilidad. Me separé del Mando cuando me persuadí de que desconfiabáis de mi desprendimientos. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hallarán lo que me es sagrado mi repartición y mi amor a la libertad. He sido victima de mis perseguidores que me han conducido a las puertas del sepulcro yo los perdono. Los últimos días del Libertador. Nunca fue Bolívar tan humano como en estos dos meses finales de su vida, siente los coletazos de las pasiones enemigas, siente dentro de sí relámpagos de amor y odio; vértigos y angustias devoran su espíritu, LA VIDA SE VA, EL LO SABE. La enfermedad avanza, los médicos le recomiendan el clima de Santa Marta; es caluroso seco, se respira aire de mar y de Sierra. Cerca de la ciudad hay una hacienda que produce abundante caña de azúcar, se llama San Pedro Alejandrino, su dueño el español Joaquín de Mier, le pone la casa a su disposición. La tuberculosis progresa sin misericordia, ha cumplido 47 años, pero aparenta 60, el reuma y los cólicos de bilis no lo dejan conciliar el sueño, su rostro se vuelve pálido y los ojos pierden el brillo natural. La tos le molesta con frecuencia, apenas puede caminar. Le visita el Obispo de Santa Marta, le aconseja que reciba el Sacramento de la Unción de los enfermos y la Confesión. Todos los asistentes lloran Bolívar había sido grande en las batallas y en el gobierno, pero ahora ante la muerte es todavía mayor su magnanimidad y patriotismo la última semana la pasa con fiebres muy altas, delira con frecuencia. Su último mensaje escrito una semana antes, de su muerte lo dirigió a los Colombianos, hoy en día la llamamos la última proclama del Libertador. Testamento del Libertador. En el nombre de Dios Todopoderoso. Amén. Yo Simón Bolívar libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hizo legitimo de los seres Juan Vicente Bolívar y Maria Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confirmo el alto y soberano misterio de la Beatisima y Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un sólo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica, Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesta vivir hasta la muerte, como católico fiel cristiano, para estar prevenido cuando la mía llegue con disposición textamental bajo la invocación divina, hago, otorgo, y ordeno mi testamento en la forma siguiente: 1. Primeramente encomienda mi alma a Dios nuestro señor que de la nada la crió, y el cuerpo a la tierra de que formado, dejando a disposición de mi Albaseas el funeral y entierro, y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pias, y estén prevenidas por el Gobierno. 2. Declaro fui casado legalmente con la Señora Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tuvimos hijo alguno. 3. Declaro:: que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa, no introdujo a él ningun dote, ni otros breves, y yo introduye todo cuanto heredé de mis padres. 4. Declaro: que no poseo bienes más que las tierras y minas de Aroa, situadas en las Provincias de Carabobo, y unas alajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles, las cuales existen en poder del Señor Juan de Francisco Martín vecino de cartagena. 5. Declaro: que solamente yo deudor de cantidad de pesos a los señores Juan de Fran a mis albaseas que estén y pasen por las cuentas que dichos señores presentes, y las satisfagas de mis padres. 6. Es mi voluntad que la medalla que me presento el Congreso de Bolivia, a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, mis últimos momentos conservo a aquella República. 7. Es mi voluntad que las dos obras, que me regaló mi amigo el Sor: Gran Wilson, y que pertenecieron antes a la Biblioteca de Napoleón titulados el Contrato Social de Ruseau y el arte militar de Morteculi, se entreguen a la Universidad de Caracas. 8. Es mi voluntad que de mis bienes se le den a mi fiel mayordomo José Palacios la cantidad de ocho mil pesos, en remuneración a sus constantes servicios. 9. Ordeno: que los papeles que se hallan en poder del Señor Pavageav, se quemen. 10. Es mi voluntad que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la Ciudad de Caracas mi país natal. 11. Mando a mis Albaseas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho, se devuelva a su vida para que la conserve, como una prueba del amor que siempre he profesado al esperado Gran Mariscal. 12. Mando que mis Albaseas den las gracias al Señor Gral. Roberto Wilson por el buen comportamiento de sus hijos el Coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida. 13. Para cumplir y pagar este mi textamento y lo en el contenido nombor por mis Albaseas tratamentario, fideicomisario Tenedores de bienes a los señores General Pedro Briceño Mendes, Juan de Francisco Martín, Dr José Vargas y Gral. Laurencio Silva, para que de mancomún entren en ellos, los beneficios y vendan el almoneda o fuera de ello, aunque sea pasado el año fatal de Albaceaza, pues yo le prorrogo el demás tiempo que resisten, con libre, franca y general administración. 14. Y cumplido y pagado este mi textamento y lo en el contenido instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en que haya sucedido y suceden pudiere, a mis hermanas Maria Antonia y Juana Bolívar, y los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber, Juan, Felicia y Fernando Bolívar con prevención de que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas dos hermanas, y la otra parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan, y disfruten con la bendición de Dios. Y revoco anuló y doy por de ningún valor ni efecto, otro testamento, poderes y memorias que antes de este haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma para que no prueben, ni hagan fe en juicio, ni fuera de el salvo el presente que ahora otorgo como mi última y deliberada voluntad o en aquella vía, y forma que más halla lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorga en esta Hacienda San Pedro Alejandrino de la comprensión de la ciudad de Santa Marta a diez de Diciembre de mil ochocientos treinta, su excelencia el otorgante a quien yo el infrascrito Escribano público del número certifico que conozco , y de que al parecer esta en su entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, así lo dijo, otorgo y formó por ante mi en la casa de su habitación, y en este mi registro. Corriente de contratos públicos siendo testigos de los S.S. Gral. Mariana Montilla, Wilson, Coronel José de la Cruz Paredes, Coronel Joaquín de Mier, Primer Comandante Juan Glen, y Dr. Manuel Pérez Recuero, Presentes. "Simón Bolívar" Santa Marta Renuncia y Muere. El 7 de Mayo Bolívar sale de Bogotá. No puede regresar a Venezuela, incluso teme por el Gobierno de Páez le incauté las minas de Aroa, hacienda de sus padres. Por ahora su destino es la costa. Quiere descansar un poco para reponer su quebrantada salud. Si mejora y le conceden el sueldo el ex - Presidente se residencia en Europa. En Cartagena recibe una noticia que le acelera el corazón. El Mariscal Sucre ha sido asesinado traidoramente. Bolívar no encuentra palabras ni lagrimas para tanto dolor. Llora como un niño y se ve en este crimen una cruel venganza de sus enemigos. Los asesinos sabían muy bien que Sucre era el sucesor legítimo de Bolívar, el único que todavía podía restaurar la unidad Gran Colombiano. Mientras tanto el gobierno del Presidente Mosquera se hunde. Cada soldado se hace General y todos se creen con derecho a sublevarse. A los 3 meses le sucede el Vice - Presidente Caicedo. Apenas toma el mando le sustituye una insurrección militar. Urdaneta se alza con el poder pero decide que vuelva Bolívar. es el único que aún puede unir y evitar la Guerra. El Libertador escucha a los emisarios. Le duele el caos total. Tengo la obligación de salvar a la patria como cualquier soldado. Ofrezco por los sacrificios de que soy capaz. Pero no veo todavía que mi regreso aplaque a los revoltosos. No puedo aceptar otra vez la Presidencia sin el consentimiento de unas elecciones. En los últimos meses de su vida Bolívar fue tan humano como nunca lo había sido. Bolívar siempre cuerdo, siempre lúcido, siempre atento al desarrollo de la patria que el fundó. Le duele tener que proclamar ¡ "He Arado en el Mar"...! Le duelen las columnas de quienes el honró. Le duele la falta de piedad y cariño de quienes creyó podrían ahora amarle o al menos respetarle. Le duele morir huérfano de amor después de haber dado integra su vida por la igualdad, la libertad y la justicia en América. La enfermedad está bastante avanzada, los medios le envían a Santa Marta y llega a la Hacienda San Pedro Alejandrino y su dueño le ofrece la casa. "Reciba usted por esta generosidad, las gracias más expresivas de mi parte. ... yo pienso seguir por allá y desde luego hoy acepto seguir por allá y desde luego hoy acepto la oferta de usted, aunque sea por unos pocos días". El médico que asiste a Bolívar el Dr. Reverend, escribe a principios de Diciembre. "El enfermo disimula los padecimientos, pues sólo ha algunos quejidos. Se le nota un sensible entorpecimiento de sus facultades mentales". Le visita el Obispo de Santa Marta y el Párroco de Mamatoco, le administra los ritos religiosos y sabe que va a morir de un momento a otro. Al amanecer el 17 de Diciembre. Santa Marta se prepara para la Navidad. Los niños y jóvenes cantan ya los aguinaldos. El aire es más fresco. Se oye como desde muy cerca el estruendo del mar. A media mañana se incorpora el enfermo y dirigiéndose a uno de los criados le grita "José, vámonos, vámonos... esta gente no nos quiere en esta tierra... nos echan de aquí ¿A donde iremos? El Dr. Reverend llama a los amigos "Señores, si queréis presenciar los últimos momentos y postre aliento del Libertador, ya es tiempo". Murió a las 1:07 minutos del mediodía. Cinco países había liberado y sin embargo muere abandonado. Sin honras nacionales. En la casa de un español. Asistido por un médico francés. Con camisa prestada y sin una mujer que lo atendiera y que estuviera a su lado.